Cerrando capítulos

jueves, marzo 22, 2018



Hay etapas que terminan y otras nuevas que se abren.

Y creo que es hora de "cerrar este blog", pero no voy a borrarlo, independientemente de quien me leyera o no, porque quedará para mí, para poder entrar y leerme.

Para poder leeros a vosotras, a mis favoritas, a las que me inspiráis y soys algo así como mis musas. SIEMPRE <3

Pero deseo abrir un nuevo capítulo y probar cosas nuevas. ¡Muchas cosas nuevas!

Sigo dale que te dale con mi novela, sin prisa pero sin pausa y recuperándome del largo STOP que hice en su momento. Escibir en cualquier lugar y a cualquier hora, en el tren, en los ratos muertos del trabajo, los fines de semana, algunas noches antes de ponerse a leer o a hacer cualquier otra cosa.

Y no solo en el portatil, también en libretas, papeles o en el móvil (Jotterpad, por ejemplo, me parece una buena app). ¿Y qué escribo? Pues escenas, continuaciones y capítulos, ideas e informaciones de todo tipo. También canciones, es lo que tiene tener un personaje cantante.

Cuanto más material tenga, mejor, aunque luego quizás no lo vaya a poner todo y seguro omita muchas escenas....

Y sí, tambien sigo con las prosas, poemas y no solo escribiéndolas. Hace un tiempo que me grabo recitándolas (eso ya lo hago) y quiero seguir ensayando en ello (eso no, lo admito). Si hiciera esto último, procurando que no me salieran gallos o me tropezara y me las aprendiera de memoria, estoy pensando en grabarme de manera profesional y abrirme un canal de YouTube...o bien hacerme una página web y ponerlas en voz y por escrito. No sé.

Son ideas. IDEAS. Pero buenas ideas. Y grandes.

Lo que sí sé es que no voy  a dejar de escribir. No me hacen falta cursos, aunque algo aprendí de ellos, lo reconozco. No me acaban de gustar los concursos, pero han sido la justificación para escribir y no dejar de aporrear teclas y dejar volar la imaginación. No creo que me presente a ninguno más.

Yo me lo guiso, yo me lo como. Y espero que otros lo puedan comer, aunque sean los míos.


Eso es todo a lo que aspiro, sin expectativas altas, sin exigencias ni obsesiones....siendo más yo que nunca.


Y eso se extrapola a mi vida en todos sus aspectos. Estudios, trabajo, economía...no quiero llegar a nada más que a lo que estoy haciendo ahora mismo. El resto, solo son meras ideas a largo plazo. Hacer este o el otro curso, hacer carrera o no, tener un trabajo mejor, encontrar a la pareja ideal.
¿Ideal? Que chorrada, la vida está llena de giros repentinos como pasa en cada libro que leemos.

No quiero forzarme.

Por ejemplo, hace poco pretendía ser una yogui, lo cual no va conmigo pero reconozco que a veces lo necesito igual que el deporte. Por tema de nerviosismo, ansiedad y esas cosas mentales y emocionales.
Soy una persona ansiosa a la que cuesta estar sin hacer nada y el no hacer nada la pone nerviosa.

Me obsesiona pensar que pierdo el tiempo, que no lo aprovecho o que quisiera más horas en el reloj, TIC-TAC, TIC-TAC...

Tengo complejo del conejo de Alicia, de relojera loca


Y es que aunque no sea una yogui ni quiera, sí que deseo vivir más tranquila, con más paciencia y menos prisas, de forma algo más sencilla. Porque tengo una vida sencilla pero también algo bohemia y en algunas ocasiones caotica.


Pero trato de organizar y organizarme y ordenar y ordenarme y gestionar ese caos que muchas veces es incontrolable y a veces lo crea mi propia mente.


Por eso tambien practico la escritura terapeutica.


Y meditar siempre que una lo necesite, hacer deporte varios días a la semana, y cada día, sí o sí, buscar un espacio en el que respirar y relajarse.

Nada más.


¿Porque nuestra sociedad se empeña en complicarlo todo tanto a través de tantos convencionalismos, clichés, tópicos e ideales que nos hacen inconsientemente forzarnos a ser más perfectos, más bellos y FELICES?


No estoy a favor.

Y sin embargo, yo misma caigo en las artimañas de mi propia mente, así que como no tropezar con las que te pone esta sociedad enferma que quiere intoxicarnos y atontarnos hasta ser algo así como clones en los cuales cualquier anomalía se convierte en sujeto de estigmas, etiquetas despectivas, clasificaiones absurdas y largos números de serie que es lo que somos para la sanidad, la política y los asuntos sociales.

Un mundo deshumanizado donde cada vez se toma más en cuenta la fama, el poder, la belleza y no la cultura, el intelecto o los actos y pensamientos del corazón (sentimientos-emociones).


Lo que sí sé es que me piro a Irlanda, a Dublín, a abrirme nuevas fronteras y gozar de lo verde de ese país y de esa cultura tan rica e inspiradora.



BYE-BYE! :)









You Might Also Like

0 comentarios