Allá muy lejos, donde viajan los misteriosos gatos

sábado, junio 10, 2017





¿A dónde paran los gatos cuando dormitan, piensan o meditan?

Siempre con esa sabiduría suya, esa majestuosidad perenne.
Y, ay, su preciosa cara, delicada, peluda, suave y tallada en trazos artísticos.
Un esfinge viviente con ojos de Dios omnipresente es el felino.

Belleza exterior e interior...

Salvajes y tiernos, misteriosos y de curiosidad juguetona.

Hasta que ¡zas!, sacan sus garras, muestran su desconfianza y ni te lo esperas. 

¡Imprevisibles los malditos!

Y cuando se detienen y posan como para que alguien los dibuje...¿no se aburrirán?

Claro que no.

Porque viajan a otro mundo, uno que ni los ojos ni la mente de un mundano podrá jamas alcanzar.

Un paraíso onírico y culto de Dioses Felinos, un Reino plagado de todos ellos.

Tumbados bajo un sol radiante, sobre una hierba fresca con coloridas mariposas a las que perseguir para así ejercitar su agilidad y el cuerpecito estrecho de salvajes bailarines de ballet. En una danza sin compás pero noble de ver.

Y hay árboles, muchos árboles de los que prenden ratas. Ratas colgadas en las brancas de sus colas. Pobres roedores. Alguno a veces cae, otros son cazados por sus estilizadas uñas y los saltos que casi son vuelos, pero no.

Y nos os penséis, que no existen lluvias ni ríos en los que pueden caer, solo fuentes a las que se acercan las veloces e inquietas lenguas del color del chicle en contraste con su pelaje.

Y los pájaros sobrevuelan el cielo siempre azul, violeta o negro y los felinos trepan por las estrellas y las blancas nubes para lanzarse hacia ellos y comer y comer.

Incluso hay estanques con peces y charcos de leche para los más diminutos.

También montes y montañas donde van a rezar y a meditar.

Y estudian. Leen libros en su idioma y se preparan para exámenes. Y cantan canciones que entonan celestalmiente con su "miau" más refinado.

Y sé todo eso porque lo vi en los ojos de mi gata esta mañana.

Un mundo aparte. Unos seres celestiales. Un conocimiento distinto al nuestro.

Han venido aquí para enseñarnos, para darnos amor, ternura, sustos y algunos zarpazos.

Son los maestros sabios.

Ancestrales, antiguos y respetables.

Son los amos, Reyes y Reinas, y más que eso, Deidades...

Para mí, ángeles Supremos.

Se deben nuestro respeto, nuestro amor y todos los ósculos y los mimos posibles.

Ahí va...¿no seremos pues, sus esclavos?

Si cuando ves a un gato, te arrodillas, es que tes has rendido a ellos y eso es MARAVILLOSO.








  




             PD: Sí, las últimas fotos son mías, de mis gatos, yo y mi tattoo.




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